Más de 444 candidatos respondieron a preguntas sobre sus empleadores en el marco de la primera Encuesta Nacional de Candidatos 2023, realizada por Randstad Uruguay. De este estudio se desprende información clave sobre la visión de los uruguayos sobre su principal figura de autoridad en el ambiente laboral.

Lo que resulta importante y lo que no

Empecemos por asentar unas bases muy claras: una gran mayoría de los encuestados no tienen preferencias con respecto al sexo y la edad de sus empleadores. Si se les diera a elegir, un 77.5% de los colaboradores afirman que les da igual que su jefe sea mujer u hombre y tampoco les resulta un aspecto definitivo el año de nacimiento o la generación de los mismos.

Ahora bien, los colaboradores no se quedan de brazos cruzados cuando se trata de los valores personales de sus jefes, afirmando que las cualidades más importantes en un empleador son el liderazgo y la empatía, quedando por encima de otras competencias laborales como la adaptabilidad a los cambios del negocio, la resolución de problemas o su habilidad para innovar.

¿Qué implica para los colaboradores liderazgo y empatía?

Frente a la pregunta “¿qué característica valorás más en el trato con tu jefe?”  las respuestas que salieron en primer y segundo lugar son: que sepa guiar y dar acompañamiento y que reconozca el trabajo bien hecho. Es curioso, porque ambas actitudes se relacionan directamente con las cualidades de empatía y liderazgo, como si se tratase de una mezcla de ambas, un equilibrio.

Los colaboradores en Uruguay parecen valorar a un empleador que está presente en los procesos de trabajo de sus equipos, tanto para notar los errores y debilidades, pudiendo perfeccionar y guiar hacia mejores resultados, como para reconocer cuando existen actos de superación y éxito en los objetivos del trabajo.

Para que una persona pueda cumplir con estas expectativas, es necesaria la empatía para comprender las implicaciones de desempeñarse en ciertas tareas y así poder brindar el acompañamiento necesario y servir de guía, aun cuando el mismo colaborador no sabe qué es exactamente lo que necesita, por ejemplo en un nuevo trabajo. A su vez, tener calidad de líder implica inteligencia emocional y habilidades de comunicación que permitan intercambios claros con todos los miembros del equipo, perfeccionando lo que haga falta y reforzando lo que tiene que quedarse.

¿Cuál es la realidad?

A la mayoría de los colaboradores no les queda claro si sus jefes los valoran o no. Esto queda de manifiesto cuando la mayoría de los encuestados afirman sentirse medianamente valorados por sus superiores. Ni muy muy, ni tan tan como dicen. Esto puede deberse a una variedad de factores, como por ejemplo la calidad de la comunicación de los empleadores con sus equipos. La ambigüedad en las cifras sobre si se tiene en cuenta la opinión de los colaboradores o no por parte de la directiva, muestra que aún estamos lejos de que los equipos se sientan escuchados o tomados en cuenta por sus jefes.

El 38% de los encuestados dice que algunas veces tienen en cuenta sus opiniones, un 31% dice que siempre se tienen en cuenta sus opiniones y un 30% afirma que nunca se pide su opinión. A su vez, la mayoría de los encuestados expresan no sentirse ni contentos ni descontentos con el vínculo con sus superiores. La ambigüedad y la indiferencia son aspectos complejos, porque si bien no se inclinan hacia lo negativo, tampoco implican involucramiento ni mayor compromiso.

Esto puede traducirse en que los colaboradores tomen decisiones más deliberadas sobre si cambiar de trabajo o no, o afectar la productividad de las tareas. Un 40% de los colaboradores afirman que nunca reciben reconocimiento por parte de sus superiores, un valor que continúa siendo llamativamente alto.

¿Compañeros de trabajo o amigos?

Los números reflejan que no se trata tampoco de que los colaboradores desearían tener a sus jefes por amigos. Una mayoría del 63% dice que no tendrían como “amigos” en redes sociales a sus jefes, pero sí se destaca el cumplimiento de cualidades humanas que hagan del entorno laboral un espacio donde exista la horizontalidad, la comprensión y el reconocimiento entre compañeros de trabajo.

Una gran mayoría cree en la posibilidad de desarrollar vínculos de amistad en el entorno laboral, siendo ese el caso de sus propias amistades, pero también destacan que los empleadores no promueven ellos mismos los suficientes espacios para que esto ocurra o que no existen mayores esfuerzos de su parte para afianzar las relaciones entre colegas.

En conclusión: estamos ante la falta de empleadores con figuras fuertes, con una mayoría de los uruguayos que se sienten indiferentes ante sus superiores, implicando que, un jugador clave como lo es el líder de una organización, no está desempeñando su potencial al máximo.

Desde Randstad Uruguay nos sentimos comprometidos por lograr que cada empresa y cada candidato se encuentren con su mejor versión. ¿Estás necesitando un socio de Recursos Humanos que vele por los intereses de todos? Hablemos.