Muchas empresas se han visto en la necesidad de trabajar de manera remota o con sistemas mixtos de presencialidad escalonada parcial o total, para mantener las recomendaciones sanitarias del distanciamiento social, por lo que los equipos de trabajo han sido impactados en mayor o menor medida dependiendo del rubro de actividad y de la cultura pre existente de cada organización.
Trabajar en estos entornos de distanciamiento o menor contacto personal, puede suponer un gran desafío en la gestión de equipos. Estos factores pueden originar entre los empleados una pérdida de identidad con la empresa; por este motivo, es importante que los líderes de equipos trabajen en aspectos relevantes como el relacionamiento, la cohesión y la motivación laboral.
Según diversos estudios, un equipo motivado es un 44 % más productivo y un 27 % más comprometido con la misión de la empresa. Es decir, la motivación impacta claramente en un mayor rendimiento y asegura que todos los colaboradores están alineados con los objetivos y el crecimiento de la compañía. Por ello, mantener una comunicación abierta y transparente, para crear un entorno colaborativo y un buen ambiente de trabajo a distancia resulta fundamental. En este sentido, fomentar una comunicación interna transversal y fluida entre todos los miembros del equipo genera confianza e integración, haciendo que sus integrantes se sientan más cerca a pesar de la distancia.
Promover el sentimiento de pertenencia a la organización es imprescindible por lo que no sólo los departamentos de recursos humanos, sino cada uno de los líderes de la empresa, deben cultivar y fomentar dicha pertenencia, mostrándoles la importancia de su función en ella y cómo afecta en el éxito de la compañía y en la relación con los clientes.
Animar al equipo de trabajo a ser proactivo y creativo en nuevas ideas a través de sesiones de brainstorming, ya sea a través de videollamadas o reuniones presenciales de equipo más o menos periódicas, fomenta que todos se sientan escuchados y partícipes en el éxito o el fracaso de la empresa. Es importante que las buenas ideas se lleven a cabo ya que, de esta manera, se reconoce el trabajo y esfuerzo de todos y hace sentir al equipo partícipe clave de la gestión.
El reconocimiento por un trabajo bien hecho, siempre fue crucial para la motivación, más ahora en estos momentos en donde la incertidumbre por el futuro comienza a tener un papel más o menos relevante. Una comunicación fluida y empática entre los líderes y los colaboradores es una de las claves para lograr que el equipo permanezca comprometido con la empresa, disfrute de su trabajo y de sus logros en conjunto. Por ello, hoy más que nunca, es esencial que los líderes dediquen más tiempo a hacer seguimiento de sus equipos para analizar de forma conjunta los posibles aspectos de mejora de cohesión, motivación, colaboración y por lo tanto mejora.
Muchas veces, la vida personal y la profesional se han fusionado durante la pandemia y es importante que la empresa tenga en cuenta más que nunca las diferentes necesidades de cada uno de los colaboradores, como por ejemplo el cuidado de personas dependientes. Por ese motivo, es clave que los responsables de gestión de equipos sean más escrupulosos que nunca en la asignación de tareas y respeto de los horarios, al tiempo que se fomente la flexibilidad y la gestión por objetivos.
Uno de los aspectos relevantes en la gestión de equipos es la aplicación de buenas prácticas para que el momento dedicado a generar reuniones de equipo, ya sean remotas, mixtas o presenciales, contribuyan a motivar y mejorar la productividad de sus equipos.
Desde Randstad te compartimos algunas buenas prácticas para mejorar estas experiencias:
Antes de la reunión:
- Identificá claramente el propósito de la reunión.
- Programá cuidadosamente (por ejemplo, 45 minutos en lugar de 60 minutos).
- Preparate con anticipación (propósito, agenda, materiales en la invitación).
Durante la reunión:
- Si es remota, encendé el video siempre que no perjudique la calidad de la conexión.
- Especialmente en estos tiempos, reservá tiempo para charlas.
- No realices múltiples tareas.
- Dale oportunidad de hablar a todos.
Después de la reunión:
- Dedicá 15 minutos a hacer un seguimiento de lo realizado, con un resumen de acciones claves y próximos pasos.