Una marca con buena reputación, fuerte, es fundamental para atraer al mejor talento, pero ya no es suficiente. La propuesta de valor para empleados (PVE) consiste en los beneficios, tanto materiales como inmateriales, que una empresa ofrece a sus empleados actuales y futuros. Estos beneficios, formulados como propuestas, delimitan la percepción de los empleados sobre el valor que se les ofrece al trabajar en una determinada empresa o al considerarla como futura empleadora.
Hoy empresas como LinkedIn y Google son percibidas como las marcas empleadoras más atractivas no solo por su producto y reputación, sino también, entre otras cosas, por definir una propuesta de valor al empleado y una estrategia efectiva para comunicarla. La PVE es hoy uno de los elementos fundamentales de la marca empleadora para atraer futuros empleados y retener a los empleados actuales, comprometiéndolos con la empresa. La PVE no solo se conforma a partir de los beneficios económicos y ventajas concretas ofrecidas por la empresa, sino también con la percepción que tienen los empleados frente a la oferta que la empresa realiza para contar con sus servicios.
La propuesta de valor se compone, entonces, tanto de elementos económicos como de otra índole: la flexibilidad laboral y las posibilidades de formación son parte de la propuesta de valor que la empresa debe elaborar de forma clara, concisa y contundente para encontrar los mejores recursos en el mercado. La PVE es un concepto clave para construir la percepción que los empleados actuales y futuros tienen de su empresa, y por eso es imprescindible en una estrategia de marca empleadora.
No obstante, tener una buena PVE es tan importante como poder comunicarla. En este sentido, si bien la marca brinda un mensaje para atraer al talento, la PVE presenta las acciones y conductas que son atractivas para los candidatos a los que apunta, así como también para aquellos que ya trabajan en la organización. Parece, por lo tanto, que una PVE comprensiva tiene que abarcar una amplia gama de elementos que son importantes para los empleados. Cada vez más, los empleadores atractivos no dependen de su marca corporativa, sino más bien de una suma de atributos intangibles que están detrás de la marca. Pero resulta clave no sólo ser, sino también parecer, es decir comunicar cabalmente dichos atributos intangibles para lograr comunicar exitosamente una propuesta de valor atractiva para los empleados. Una PVE creada y comunicada exitosamente hace de estos atributos un valor a ofrecer a los empleados que busca, y una realidad cumplida a los empleados activos, que pasan a identificarse con la marca empleadora y con su misión.
Uno de los aspectos a tener en cuenta en la construcción de una PVE atractiva es el impacto social de la empresa. Cada vez más los candidatos pretenden colaborar con empresas que les permitan marcar una diferencia en el mundo, trabajando en proyectos de servicio comunitario o que apoyen la sustentabilidad, más aún en circunstancias como las que vivimos hoy, producto de la Pandemia del Covid 19. Otro aspecto a considerar, es que la empresa sea vista como una "ventana al mundo", es decir que ofrezca la posibilidad de alcanzar metas y aprendizajes de manera más o menos rápida, de conocer otros mercados y experiencias, más allá de la construcción de una carrera profesional exitosa en el mediano y largo plazo.
Sobre este último aspecto, otro factor a analizar en el diseño de una estrategia de construcción de una PVE atractiva, es el desarrollo profesional. Las empresas que brindan buen entrenamiento y desarrollo, buenas referencias a medida que uno avanza en su carrera y buenos líderes que apoyan el desarrollo profesional con buen balance y alineación a los intereses personales, se han visto favorecidas en la captación del mejor talento.
Además de disfrutar del éxito en el mercado, las características comunes de las compañías consideradas como las más “deseables para trabajar” ofrecen a los potenciales colaboradores oportunidades de aprendizaje, un ambiente que les permite crecer, así como productos o servicios vistos como "con onda" y que, como resultado, motivan a sus colaboradores e impactan notablemente en la percepción de los candidatos.
Comunicar una propuesta de valor implica tener una conciencia clara de los valores y la cultura de la empresa, además de conocer íntimamente las motivaciones de sus empleados. Por ejemplo, uno de los factores que definen un trabajo interesante para los gerentes es la creatividad, mientras que el buen uso de las habilidades propias es un factor determinante para los empleados activos.
Para las personas en busca de empleo, no obstante, la adquisición de nuevas habilidades es un valor fundamental en la percepción de la empresa empleadora. Una PVE definida permite dirigirse a estas motivaciones para así poder retener a los empleados activos y atraer a los nuevos talentos. Ante la presencia de ofertas similares, la comunicación exitosa de los valores y la misión de la empresa a través de una PVE definida puede marcar la diferencia con respecto a la competencia.