Las relaciones sociales son una parte esencial de nuestra vida personal y laboral. Por ello, a la hora de contratar, las empresas siempre se fijan en las habilidades sociales de los candidatos.  

¿De qué van las habilidades sociales en el ambiente laboral?

Para las empresas resulta de suma importancia que el aspirante cumpla con determinadas aptitudes sociales, de tal forma de seguir construyendo un muy buen clima laboral, ya que los vínculos saludables entre los integrantes de un equipo siempre generan mejores resultados. 

Sabiendo esto, te compartimos algunos tips a tener en cuenta a la hora de mejorar tus habilidades sociales.

  • De qué forma te expresas, en qué tono
  • Atención al lenguaje corporal
  • Escuchar a los demás de forma activa 
  • La forma en que transmitís tus ideas para persuadir a los demás y darte a entender

     

Todos estos factores influyen en el ambiente de trabajo y pueden determinar un mayor rendimiento o productividad, por eso, en una entrevista de trabajo es común destacar lo académico, sin embargo, lo social puede resultar un componente determinante. 

Tu capacidad de trabajar en equipo, motivación, ganas de colaborar, aprender y liderazgo tienen un gran peso a la hora de mostrarnos aptos para el puesto ofertado.

Aunque puede que no te sientas identificado con algunas de estas cualidades, es importante saber que, como todo, son mejorables mediante la práctica y la constancia. Perfeccionar las habilidades sociales nos llevará a tener una ventaja competitiva frente a otros candidatos.

Ahora, ¿cómo poner en práctica las habilidades sociales en el trabajo?

Te mostramos 6 formas de desarrollar tus habilidades sociales:

  • Practica hablar en público: Interactuar con los demás con soltura cuando se trata de un discurso o de exponer tus ideas en público, siempre suma puntos. Para esto es importante practicar en casa, hacer un esquema con los puntos que te interesa tocar o grabarte. De esta forma te aseguras de contrarrestar los nervios sabiendo de antemano lo que vas a comunicar. Vocalizar lo mejor posible también resulta imprescindible a la hora de hablar.

 

  • Escritura impecable: Es bueno leer y estar atento a posibles errores de ortografía, ya que tener este tipo de equivocaciones por escrito puede hacer que tu trabajo se vea poco serio, por eso siempre repara en la forma que estás escribiendo y haz una revisión ortográfica de lo que redactaste antes de compartir. También, en materia de sintaxis es bueno leer y escuchar tus propias palabras, para asegurarte de que sean comprensibles para todos. 

 

  • Lenguaje corporal: Se ha demostrado que el 93% del impacto de nuestros mensajes reside en lo que comunicamos de forma no verbal. Por esto, es importante ser conscientes de la forma en que nos comunicamos con nuestro cuerpo, ya sea cuidando de nuestra imagen personal, como también reparando en nuestra postura durante una reunión o lo que hacemos con nuestras manos. Un dato curioso: tener las manos arriba de la mesa durante una conversación y no escondidas por debajo transmite confianza, sinceridad y transparencia. 

 

  • Ser proactivo: Es bueno que vean que te interesas por tu trabajo, esto demuestra responsabilidad y entusiasmo por lo que haces. Participar de las conversaciones, plantear ideas propias y opiniones constructivas, ser positivo, son acciones que generan mucha confianza en las organizaciones.

 

  • Entrenar la empatía: Ser capaz de escuchar y aconsejar es la clave para un buen clima laboral. Incluso si no tienes experiencia en algún asunto, escuchar con atención a tus compañeros o a tus superiores demuestra una buena disposición de tu parte y es algo sumamente apreciable. Una forma de practicar puede ser preguntándote qué harías tú si estuvieras en los zapatos del otro y así podrás alcanzar una comprensión más profunda de lo que te planteen. 

 

  • Aprender a trabajar en equipo: Esto es esencial, ya que todas las empresas se conforman por grupos de personas y es importante que sepas trabajar en conjunto. Trabajando en equipo es importantísima una comunicación clara, transparente y fluida; la coordinación, o sea, respetar los roles de cada uno y trabajar de forma alineada; y el compromiso, es decir, llevar a cabo tu trabajo al cien por ciento y ofrecer ayuda a quien lo necesite, velando por alcanzar un mismo objetivo.

Empezá a darle valor a tus habilidades sociales, ponelas en práctica y hacé la diferencia. 

Y vos, ¿qué habilidades sociales podés potenciar?